Si bien es cierto que la captura
de juveniles es incidental, que sucede de manera involuntaria y aún no existe
una tecnología para evitarlo, se han puesto en práctica algunos mecanismos y
acciones que permiten reducir estos incidentes.
El método más efectivo para
proteger el recurso es el cierre temporal de las zonas de pesca cuando se
detectan juveniles, el cual es dispuesto por las autoridades. Así también, otra
acción que vela por el bienestar de la anchoveta es la autoveda que realizan
las embarcaciones pesqueras. Esto permite su protección, ya que se dispone no
pasar y extraer el recurso por las zonas que se van actualizando gracias a un programa
de seguimiento diario que la Sociedad Nacional de Pesquería viene adoptando
desde el 2015.
Definitivamente, estas prácticas
han puesto a nuestro país por debajo del límite de la caza incidental de
juveniles que establece Imarpe.
Desde Hayduk Corporación
estamos seguros de que con responsabilidad se puede lograr la sostenibilidad y
la industria pesquera peruana lo ha demostrado en los últimos años. ¡Sigamos
así!