Para lograr este objetivo, se va
a necesitar destinar recursos importantes y también tomar las decisiones
correctas respecto al número de la cuota de pesca cada año. Esto permitirá
generar más ingresos dentro del Estado que podrán beneficiar distintos planes
sociales importantes para el país.
Por otro lado, el gobierno trazó
la meta de reducir la anemia infantil al 19% para el Bicentenario, ya que es un
problema de salud pública que ataca a los más pequeños y repercute en la vida
adulta. Sin embargo, con la llegada de la pandemia los planes de acción se
vieron afectados. Es aquí donde la pesca industrial y artesanal pueden ser
claves. Para esta lucha se necesitan políticas que permitan la llegada de más
especies marinas a los mercados de todo el país, que sean más accesibles
económicamente, pero ricos en nutrientes y que permitirán a nuestros niños
crecer mejor.
En la actualidad, 4 de cada 10
niños es pobre en nuestro país y es una realidad, ya que somos uno de los
países más golpeados por la pandemia y demostramos que no estábamos preparados
para afrontar una crisis de tal magnitud. Aun así, la esperanza de poder salir
de esta situación está latente, ya que tenemos los recursos y a la gente para
poder hacerlo. Hoy les toca ponerse una mano en el pecho a las autoridades y
tomar las decisiones correctas para poder abrir camino a la reactivación
económica y que permitirá que la brecha de pobreza y hambre se reduzca cada día
más. ¡Juntos podemos!