Una
muestra de este trabajo es el estado de su biomasa, la cual es estable desde
hace más de una década. Esta buena noticia para nuestro país es fruto de las
iniciativas de la industria pesquera y el Estado por conservar este recurso tan
importante para nosotros.
Dentro
de las medidas adoptadas se encuentra el sistema de cuotas, un proceso que ha
traído resultados para la conservación de este recurso. Considerado un hito en
la pesca peruana, su implementación estuvo precedida por una serie de malas
decisiones basado en un sistema de libre acceso regulado por una cuota, pero
hoy en día es un régimen en derechos de acceso exclusivo. Este esfuerzo es
reconocido por la FAO, que ha destacado su importancia en términos de
sostenibilidad y productividad.
En la
actualidad, la biomasa es de 9,81 millones de TM y se asignó la cuota de 2,5
millones de TM para la primera temporada de pesca en la zona centro-norte,
monto menor al 30%. En palabras de Cayetana Aljovín, presidenta de la Sociedad
Nacional de Pesquería, este año no se estaría aprovechando este recurso como se
esperaría:
“El sector
pesquero, que se había preparado para sumar a la reactivación, como el año
pasado, se ha visto sorprendido con una cuota de pesca que no se condice con la
realidad de la biomasa ni con las condiciones climatológicas”.
Sin
duda, la pesca de anchoveta en nuestro país está en crecimiento. Con reformas
que potencien estos procesos y la gestión responsable que permita mantener la
biomasa saludable, estamos seguros de que la pesca industrial peruana se incrementará.
De esta manera, se generarán más puestos de trabajo e ingresos para el país,
que son muy importantes para la reactivación económica en el contexto que
vivimos por la pandemia del Covid-19.